viernes, 19 de marzo de 2010

Más que música.

Releyendo el poema "Pies hermosos", recordé un hermoso espectáculo musical en el que dada mi proximidad al escenario me permitió ver detalles que nunca hubiese imaginado como el apreciar la entrega de los músicos en sus intervenciones, el movimiento de pies, creo que en ocasiones se elevaban sobre el suelo, en otras perdían sus zapatos que recuperaban cuando cesaba su intervención, solo se apreciaban los pies que asomaban bajo los negros vestidos, eran mujeres en su mayoría, sentí una ligera envidia de su exquisita sensibilidad, de su entrega, creo que solo sentían el sonido de su música, la vibración de sus violines que acariciaban arrancando tan hermosos sonidos aparentemente de una forma mecánica regida por el director de la orquesta... pero los pies simplemente expresaban sus sentimientos, su verdad, su parte intuitiva lejos del control formal de la estética, ese día creí un poco más en la mujer, en su generosa entrega más allá de lo establecido... y sentí un ligero pesar por tantos deseos dejados atrás solo por ser correcto..., sentí una ligera envidia por su libertad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

TOTALMENTE DE ACUERDO, AMIGO.