domingo, 3 de enero de 2010

Hermanos.

Hermosa mañana de año nuevo, es temprano y apetece pasear bajo el suave sol de la mañana en el silencio de un mundo que pasó la noche como si un antes y un después existiese en el simple cambio de la hoja de un calendario, recorro pasos tantas veces andados y tantas veces diferentes... veo a mi hermano recorriendo el mismo sendero con pasos lentos, sus manos acarician árboles que a lo largo de los años han sido cuidados por él y quizás sea el primer inicio de año que coincidimos en nuestro suelo... recordamos tantas pequeñas historias en este mismo entorno, tantas vivencias... y traza tantos pequeños planes sobre nuevos árboles con nuevos frutos, nuevos y distintos rosales... quizás lo veo más cercano, quizás siempre estuvo tan cercano, quizás necesito su fuerte presencia, quizás precisamos de una complicidad tan afectiva como de un lento y grato paseo donde se desgranan suavemente sentimientos que precisan aflorar... y existen momentos donde solo basta con mirarse a los ojos... quizás ahora valoramos las pequeñas cosas que en tantas ocasiones nos parecieron banales, quizás aún caminamos...

No hay comentarios: