... paso mi mano sobre sus lomos y siento el entrañable olor de los libros acumulados en un orden que solo yo comprendo, son mis queridos libros, están esperando un ansiado reencuentro donde saborear un ya lejano pasado, una circunstancia que me hizo abrazar a cada uno de los libros que han ido conformando mi vida lectora y que también son un reflejo de mi continua búsqueda a través de la lectura, son variados, los reconozco y recuerdo los momentos expectantes del comienzo de la lectura de cada libro, todos me enseñaron, de todos aprendí cuanto fui capaz, siempre estuve dispuesto a conocer, a saber, leyendo de tantos lugares..., tantas experiencias..., como escribió M. de Unamuno:
Leer, leer, leer, vivir la vida
que otros soñaron.
Leer, leer, leer, el alma olvida
las cosas que pasaron.
Se quedan las que quedan, las ficciones,
las flores de la pluma,
las olas, las humanas creaciones,
el poso de la espuma.
Leer, leer, leer, ¿seré lectura
mañana también yo?
¿Seré mi creador, mi criatura,
seré lo que pasó?
El cuerpo canta,
la sangre aulla,
la tierra charla,
la mar murmura,
el cielo calla,
y el hombre escucha.
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