Mirando atrás...

Ya van siendo años que inalterablemente van dejando señales de su paso, mi vida, en cierto modo, entró en un espacio de antes y después, ya la vida la veo pasar apreciando los detalles afectivos que son los que aún me unen a esta vida siento pena por aquellos que vemos crecer y me pregunto: ¿que vida o que mundo social les dejamos?, los valores humanos parecen no existir y desaparece el simple respeto, la empatía, la mano tendida en ayuda a quién la precise, este mundo camina a pasos agigantados hacia un caos donde solo impera la violencia social. Pocos son los gobernantes que ofrecen una imagen de coherencia dirigida al bienestar de la sociedad, la mayoría ofrecen una actitud de falsedad donde solo importa el medrar a costa de un pueblo sacrificado en aras de su egoísmo e ineptitud. Soy pesimista y asumo mi parte de culpa ya que poco he ayudado para evitar esta situación, hemos vivido siguiendo las promesas que nunca llegaron a realizarse y que nunca llegamos a cuestionar, miro los grandes ojos de mis pequeños y siento pesar por un futuro lleno de temores.    Decía J. Gil de Biedma en uno de sus poemas:
Que la vida iba en serio / uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes, yo vine / a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería / y marcharme entre aplausos
envejecer, morir, eran tan solo / las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo / y la verdad, desagradable asoma;
envejecer, morir, / es el único argumento de la obra.