miércoles, 20 de enero de 2016

Al viento.

Hablo al viento sin esperar respuesta, hablo al viento conociendo sus sentidas palabras llenas de pensamientos ajenos, hablo al viento desde un camino secundario donde nada es extraño a la íntima verdad que suena en libertad, hablo al viento porque ignoro si soy libre de mi razón o solo prisionero de mi yo, hablo al viento que me arranca las palabras aún antes de sonar en mis labios, temo pensar en aquello que deseo y que nunca haré, el viento lleva y el viento trae todo aquello que quizás nunca llegaré a decir, es viento amigo que me envuelve en un susurro y me acaricia como un ligero sueño que me hace sonreír sin abandonar mis suaves pasos en un camino sin rumbo..., solo es miedo a ser escuchado, acaso solo sea..., el viento me trae aromas de hogueras entremezcladas con voces que suenan sin pudor, son voces amigas compartiendo una hermosa tradición en la que el fuego lanza al cielo sus llamaradas llevándose nuestros viejos temores, sabe a recuerdos vividos en el entorno de la querida hoguera, lugar de encuentro con nuevas voces, niños que quizás en un lejano futuro recuerden sus primeros pasos en el cálido entorno de amistad y cariño, quizás mañana surjan poderosas llamaradas en la eterna hoguera que el viento acariciará llevando nuevas historias, hablo al viento sin esperar respuestas y sonrío...

1 comentario:

AIRE dijo...

Siempre leo tus escritos, fiel reflejo de tu sensibilidad.
Voy a adjuntarte una frase que leí hace poco: "el mayor descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden cambiar de vida cambiando de actitud". H. Murakami.
Un abrazo.