sábado, 5 de septiembre de 2015

Tierra, polvo.

Camino solo por polvorientos caminos donde la tierra amortigua mis pesados pasos, polvo y piedras aderezan mi recorrido entre campos de diversos cultivos donde la vida existe en amplia variedad, no me siento solo, la soledad no es mi problema..., camino solo y me siento pleno, desciendo a mis infiernos allí donde no existen recovecos ni máscaras que disfracen lo que sustenta mi ser, solos mi verdadero yo y mi vida, nada especial ya que no tengo dudas de mi pasado ni de mi vida, cien vidas que tuviese las repetiría sin renunciar a un solo minuto, solo carencias y ausencias, vacíos que vivimos instalados en la sorpresa continua de la vida y que el inapelable transcurrir de los días nos recuerda desde el suspiro del primer amor hasta el sabor de la última lágrima.
Quizás sea septiembre, quizás sea el volver a viejas ilusiones, quizás solo sea el regresar al aroma, al sabor y al saber que estamos allá donde aún es posible encontrar una mirada de afecto, una sonrisa..., camino solo y se que no estoy solo, siento ganas de gritar al viento que arrecia  y que me abraza, aún siento el sabor de tus labios y solo un ¡te quiero! entrego al viento.

1 comentario:

AIRE dijo...

No dudes que siempre es posible encontrar una mirada de afecto, una sonrisa... sólo es necesario ser capaces de hacerlo nosotros.
Descarta la nostalgia como no sea para conjurarla y lanzarla al nuevo viento más fresco de septiembre.
Caminar solos que no en soledad, es una opción compartida por muchos.
Un abrazo de alguien que disfruta de una charla sincera, una sonrisa, una mirada cómplice, un callejear a ninguna parte, y de unas líneas que van directas del interior para vestirse con palabras.