domingo, 30 de marzo de 2014
Tiempo inestable.
Viejas maderas, tan solo viejas maderas que nadie recordaba, viejas maderas que al sentirlas de nuevo nos hacen descubrir su textura, su fibra, la pátina del tiempo pone brillo y contrastes allá donde solo había esplendor, viejos recuerdos de vivencias que fueron alegremente compartidas hace ya tantos años y que creíamos olvidadas en nuestra ya lejana juventud..., la vida nos lleva allá donde los recuerdos permanecen colgados como parte de nosotros, mismo lugar, parecidas circunstancias, sabemos que ningún recuerdo del pasado se materializa en el presente y sin embargo nos hace vibrar con sentimientos que ya creíamos superados, olvidados. Viejas maderas que arden con la rapidez de la urgencia, con poco humo, llamas vivas que nos sorprenden en su viveza, quizás todo sea un mal sueño, quizás sea el miedo a un te quiero, quizás no sea nada, quizás todo sea fruto de un miedo a la soledad reflejada en una mirada confiada, quizás no haya respuestas a tantas preguntas, quizás haya sido un hermoso día de primavera..., quizás el próximo día amenaza con viento y lluvia, ¡es primavera!.
jueves, 6 de marzo de 2014
Color de primavera.
Incorporado en la cama me sentí liberado de angustias soñadas, cansado y confuso en ese limite de la consciencia donde todo encaja..., poco a poco la vida en forma de luminoso amanecer me atrae hacia la ventana donde tanta vida he visto girar en la eterna rueda del tiempo, el cálido sol, mi viejo amigo..., me fijé en él, solitario en su esplendor mostraba sus frágiles y osadas flores, el viejo almendro ofrecía lo mejor de él, acaso solo sentía la vida y se mostraba exuberante, estaba vivo y no sabía, solo vivía el destino de ser acariciado por minúsculos seres a los que ofrecer su néctar, solo vivía..., quizás nosotros pasamos la vida creyendo tomar decisiones que en mayor medida nos vienen impuestas, pensando más allá del ahora..., lo llamamos "vivir" y no sentimos el "ahora", no tenemos tiempo para mostrarnos a los demás, nunca tuvimos tanta capacidad de comunicarnos y a la vez nunca estuvimos tan aislados, queremos abarcar más allá sin apenas sentir el suelo que ahora pisamos, pasamos, vivimos y no sentimos, quizás todo aquello que buscamos esta juntos a nosotros, quizás el viejo almendro solo siente la vida, conoce su vida..., un día cualquiera, un triste amanecer el viejo almendro no ofrecerá su florida imagen, simplemente dejará de sentir, solo el vacío, el frío vacío tras el cristal...
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