martes, 14 de enero de 2014

Gritos en silencio.

Aire..., sé que no hablas de volatilidad y menos de aspectos fútiles, es la constante de una permanente búsqueda de libertad y esa creciente ansia de volar nos produce el encadenamiento a la realidad que pisamos, pretendemos huir pero siempre con la mirada hacia atrás esperando una llamada de necesidad y que solo el afecto nos la envía ó al menos creemos oír..., casi todos pretendimos continuar en nuevas vidas y siempre el invisible muro nos hacía desistir, romper acaso ¿nuestras vidas pasadas?, dejar de oír aquello que conforma nuestras vidas, cambiar nuestro latido y aprender a caminar nuevos caminos... y miramos atrás...,seguimos en nuestro viejo camino donde cada ser que lo conforma nos es familiar, no es tiempo de rupturas sino de valorar lo que somos, busco tantas muletas espirituales y siempre recalo en las palabras de un anciano fraile que se interesó en saber el que buscaba en el templo, ¡busco a Dios!, su simple respuesta fue acompañarme al pequeño dispensario donde atendían a quienes carecían de casi todo..., aire, acaso la libertad solo sea el poder mirar a los ojos y saber apreciar el silencio de una sonrisa...

1 comentario:

AIRE dijo...

Hasta el aire en sus ansias de libertad se golpea en riscos y arboledas. Desvía su camino obligado por los obstáculos que encuentra en su huida a ninguna parte.
Hasta el aire necesita de los pájaros a su lado. Aunque ellos no lo sepan, el esta con ellos, envolviéndolos.
En ocasiones su ayuda les facilita el vuelo y en otras, sin querer, lo entorpece.
Y si, poder mirar a unos ojos elegidos, penetrar y comprender su interior, es libertad.
En cuanto a Dios y el Demonio, bastaría con mirar dentro de nosotros mismos.