domingo, 16 de junio de 2013

Un trece de Junio

Sentí la necesidad de hacer lo que tantas veces dejé para otra ocasión y simplemente lo hice, desde el umbral, allí donde las amplias puertas semejan un poderoso abrazo de afecto tan largamente deseado, allí quedé frente a mi larga vida rememorada de forma  lenta, profunda, tan vinculada en eternos afectos y sin embargo... es difícil el pensar cuando lágrimas amigas humedecen tus ojos, solo sientes, todo se ralentiza y percibes  esos pequeños detalles tristemente casi olvidados, olvidados y sin advertir que nuestra vida solo son vivencias más o menos lejanas en nuestra mente, dejarla vagar en los espacios del templo y sentir...,¿el futuro?, quién puede afirmar lo que aún no ha sucedido y que solo tiene la forma del deseo que ansiamos; hoy festividad de San António he vuelto a donde quizás mayores retazos de mi vida quedaron atrapados entre sus muros y en ellos seguirán como parte vital y querida de mi ya larga vida.

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