miércoles, 23 de diciembre de 2009

Amor y paz.

Son días de deseos afectivos, de reflexión y de esperanza sobre el inmediato futuro, todo lo resumimos en una cantinela de felicitaciones..., repaso mis deseos navideños del pasado año, repaso la muestra de ilusiones que estaban previstas en fechas marcadas, repaso una y otra vez, la vida nos tenia una fecha guardada con un maldito destino que nuestras pobres mentes de humanos fueron incapaces de percibir... y duele, duele mucho tanta debilidad frente a nuestros ignotos destinos, duele sin un dolor que tratar, duele la ausencia, duele el eterno vacio... y la vida te pide normalidad aún sabiendo el que ya nada será igual, nada, todo ha cambiado en mi personal orden de prioridades.
Una vez más la navidad llama a nuestras puertas, la de verdad, la que nos pellizca el corazón, y mis deseos de amor y paz para todos aquellos que llevados de su generosidad, son capaces de alargar sus manos y transmitir su cariño sincero y desinteresado hacia aquellos hermanos que solo les queda el esperar...
El otoño se ha despedido dejandonos un blanco manto sobre los ocres otoñales. Hace frío.

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