domingo, 17 de mayo de 2020

Ayer, hoy.

Quizás el futuro solo sea la equivoca búsqueda de un pasado lleno de carencias que recordamos como lagunas afectivas de nuestra niñez, quizás solo en la vejez seamos capaces de reconocerlas ya que llegado el cese de nuestras luchas por la vida poco importa a nuestro íntimo ego, quizás existan pocas o ninguna solución a lo que dejamos cual jirones a lo largo de la vida, pero recordamos, es y fue nuestra vida cual frágil barquilla afrontando los embates de un mar que siempre ocultaron las aristas rocosas que dañaron nuestro ligero navegar..., ya varados en un supuesto puerto sentimos el suave deslizar de otros jóvenes navegando en busca de otras ilusiones que les hace soñar en unas metas que dan fuerzas para seguir sin apenas sentir los negros nubarrones en el horizonte, también el sol asoma cada día por ese horizonte hacia el que navegar, ese horizonte que fija nuestra mirada simplemente esperando que junto a la luz del sol aparezca la silueta querida. Solo nos queda el esperar...

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