jueves, 27 de septiembre de 2018

Algo nuevo que vivir.

 Comienza a perfilarse un nuevo curso donde renace la ilusión del reencuentro con quienes compartimos otro tiempo, otras ilusiones y actividades que nos ayudan a vivir un tiempo en el que disfrutar de aquello que nos agrada. Descubrir aspectos espirituales que nos ayudan a encontrarnos en lugares ignotos dentro de nuestra propia mente y que disipan miedos que solo existen en nuestra rutinaria actitud ante la vida, desear el sentir la levedad física en el bienestar sensorial generado en un simple conjunto de armoniosos sonidos, solo cabe el sentir aquello que deseamos, buscar el equilibrio en un mundo caótico: nuestra mente.
Cada uno accedemos a sensaciones desconocidas en diferente tiempo, cada cual tiene su ritmo vital que marca su vida, cada cual cree en unos valores humanos que simplemente nos hacen distintos sin valorar el mejor o peor, solo distintos... creo en el ser humano que se muestra sin falsas apariencias y que es sensible ante una lágrima o una sonrisa, creo en la generosidad, creo en el amor desinteresado del dar sin esperar nada a cambio, creo el que la vida nos da y nos quita aún cuando nos permite soñar el que somos dueños  de nuestro futuro... solo somos un simple grano de arena en la inmensa playa de la vida y aún así seguimos empeñados en crear una sociedad egoísta donde mostrar lo peor de nosotros mismos. Ni sé como he comenzado y menos como he llegado a este final, una vez más he dejado fluir mi caos mental. Me siento mejor al saber que mañana habrá algo nuevo que vivir y solo deseo sea algo digno de compartir.

1 comentario:

LuisGB dijo...

Saludos cordiales, Fernando. Desde mis silencios ocultos sintonizo con tus reflexiones sesudas
Luis(Charo)