viernes, 9 de octubre de 2015

Sobre mis manos.

Abierto sobre mis manos dejo aletear las blancas páginas que esparcen su aroma de libro nuevo, sus hojas preñadas de poesía gritan sentimientos profundos que acaso me hacen sentir pudor ante su intimidad..., leo lo que el libro me ofrece entre dos páginas...

El manantial.-

Sacio mi sed a medias
bebiendo en aguas puras.
¿Qué agua he de beber?.
He sentido la sed de tu quebranto,
la sed antigua donde mora el llanto,
la brevedad del agua de tu ser.
He de ir al manantial donde se hospeda
la limpia desnudez, donde la piedra
alimenta la linfa de un querer.
He de ir al manantial de aquella boca
que arrastre hasta mi sangre con la loca
y torrencial pasión por ti, mujer.

Cantos de amor y libertad (Fco. Barrao)

1 comentario:

AIRE dijo...

Preciosas líneas, perfectas para ser leídas en la soledad de la noche.
Hay ciertos olores que permanecen, el olor al abrir un nuevo libro, la hierba mojada, el pan recién hecho...
Y también ciertas reflexiones repletas de humanidad cuando ésta es noble como ocurre en tus escritos.
Terapia compartida con agrado.