miércoles, 20 de mayo de 2015

Poesía somos todos.

Barrios de ciudad.
Venían con aquella manera particular  
de hablar, con sus eses al final de las palabras
que sonaban como una ola al romper en la oscuridad  
de las paradas de autobuses en invierno,
venían con su pelo lacio y rubio
que tornaba a tonos más claros con el sol,
y los ojos con  ansia de aprehender la vida,
venían con sus besos tan distintos,
y la carne derramada sobre nuestra carne
apoyados casi desnudos en coches
en oscuras esquinas, con ese pudor nuestro
tan estúpido deshecho en la ardiente vulva,
venían para enseñarnos qué era la vida,
pero cuando los días empezaban a ser
demasiado cortos marchaban para siempre 
a un pequeño piso en las afueras de la ciudad,
y nos dejaban algo de su saliva en el vientre,
abandonados en calles estrechas y sucias,
subieron para enseñarnos qué era la vida
y nos arrojaron a toda esta oscuridad y muerte.

( Ismael Cabezas - Pisadas en la nieve sucia )

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