Viejas flores.

Solo viejas flores con apenas vida para soportar el peso de sus propios pétalos, testimonios de un afecto caduco en la floral presencia, cadáveres mecidos por el viento en un imposible bamboleo que nos dice del tiempo transcurrido desde su lozana presencia..., flores, personas, ¡que más da!, nuestro corazón sigue latiendo, olvidando el momento en que la vida nos sorprendió una vez más y nos dejó con los puños cerrados, con un sollozo en vez de palabras, con una fría lágrima sobre la mejilla, con un recuerdo deseoso de abrazar, con tanta ausencia como un naufrago en la mar..., ¡que más da!, repondré aquellas viejas flores, solo son nuevas flores, seguiré oyendo tu voz, oleré tu perfume de frescas violetas, seguiré caminando hasta donde el camino se acabe ofreciendo mi mejor sonrisa y pocos sabrán que sonrío junto a ti, que la vida no pudo con nosotros pues no somos viejas flores, nada ha cambiado entre tú y yo..., solo cabe esperar, la primavera traerá nuevas flores.