sábado, 15 de agosto de 2009

Huellas.

El tiempo de silencio no siempre significa ausencia ni abandono, es en el silencio donde cada razonamiento cae como la piedra en la profunda agua del pozo, donde cada piedra tiene un sonido único..., necesitaba buscar algún indicio que me ayudase a solventar la decisión a tomar en la última encrucijada de mi vida... y solamente hallé viejas huellas que me incitaban a seguirlas por estrechos senderos y oscuras veredas donde solo se percibían conocidos y lejanos sonidos, aceleré mis pasos buscando ilusoriamente la verdad en su origen y lo que sentía como nuevas sensaciones, solo eran vibraciones muy cercanas y conocidas..., al final del camino encontré una sombra quieta, esperando mi regreso, mi propia sombra, para con la lección aprendida continuar caminando por mi particular camino, sabiendo en verdad lo mucho que hemos recorrido y que solo tú y yo podemos continuar a nuestro paso, mirándonos limpiamente a los ojos, sabiendo que nuestros pasos siempre discurrieron por sendas adecuadas.
No tenemos prisa, solo caminamos nuestras vidas disfrutando de nuestro querido entorno..., a lo lejos se oye un llanto infantil y sonreímos sabiendo que pronto esos llantos se tornaran en palabras y sus torpes pasos cogidos a nuestras manos nos acompañaran escuchando viejas historias... viejos pasos... una vez más.

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